¡Que ganas tenía de poder trastear en la cocina con mi hija!
La verdad es que hacer galletas le encanta porque es como jugar con plastilina pero al final del juego tienes una merienda muy rica.
Las galletas nunca han sido precisamente mi plato estrella, porque siempre se me pasaban y se quedaban como piedras, o se quedaban crudas, hasta que una antigua compañera de alemán, una americana, me explicó que tenía que sacarlas cuando casi no estaban doradas, porque todo, pero especialmente las galletas, al contener mucha azúcar, se siguen cocinando después con el calor residual...y desde que Michelle me lo dijo me he vuelto una experta en galletas, aunque no se si alguna vez me quedarán tan ricas como las cookies que ella trajo.
Esta receta me la pasó mi amiga Marijose y quedan deliciosas, con un sabor muy similar a las clásicas galletas de mantequilla danesas pero más finas, así que se ha vuelto una receta imprescindible para algunas tardes lluviosas.
Ingredientes:
- 250 grs. harina
- 150 grs. de mantequilla a T ambiente ( si se usa margarina no quedan ni parecidas.
- 75 grs. de azúcar glass ( a veces uso azúcar moreno)
- media cdita. de sal
- Esencias al gusto; en esta usamos cáscaras de naranja picada y aroma de azahar.
Mezclamos azúcar con mantequilla y después vamos agregando la harina poco a poco.
A continuación los aromas que hayamos elegido.
Estiramos la masa en un papel de horno; el truco de Majo es estirarla sobre un papel de horno y cubierta con otro, para que no se quede pegada al rodillo. Yo le dejo un grosor de algo más de medio cm. para que se maneje bien.
Luego, una vez estirada, podemos refrigerar como una hora para que se quede más dura y poder cortarla bien, pues queda una masa muy blandita.
Nosotras muchas veces lo hacemos directamente, o separamos una parte para ir jugando mientras el resto se endurece, pues si se hace con niños sabemos que lo de esperar no es precisamente uno de sus puntos fuertes.
Como lo de cortar ahora lo hace Amanda, pues bueno, nos quedan preciosamente imperfectas y deliciosas y ella lo pasa fenomenal.
Luego las metemos al horno precalentado, según cada horno estarán 10 - 8 o 15 minutos, hasta que cojan un pelín de color pero que parezca que les falta todavía algo. Sino siempre podréis meterlas un poco más porque al no llevar levadura no crecen-decrecen y pueden arreglarse (algo que con un bizcocho no podemos hacer).
Os dejo abajo una muestra de como quedaron...deliciosas.
¡y sí, esos platos tan "bonitos" son míos, fueron un regalo jajajaja!
Feliz merienda.
Que suerte poder compartir cocina con los niños!!
ResponderEliminarMe encantan las galletas de mantequilla!! <3
Aún que a mí tampoco me quedan muy bien...
Jijjij pues prueba a hacerlas como digo, a ver si tienes más suerte. ;)
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