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07 febrero 2016

DIY Disfraz de Jessie Toy Story paso a paso.

Este carnaval el tema del cole era "Soy un juguete", un tema bastante fácil y bonito, aunque algo confuso para los niños...porque los súper héroes son juguetes y las princesas son juguetes.


El caso es que hay muchos disfraces molones, como de pieza de lego, muñeco lego, dado, carta...pero teniendo en cuenta que se tienen que vestir ellos "casi" solos, no quería algo demasiado complicado así que la opción de Jessie de Toy Story nos ha convencido a todos.

Si, se que Jessie tampoco es un juguete propiamente dicho pero...en la pantalla también hace de juguete asi que podemos ser flexibles. Por si no recordáis con exactitud su atuendo, esta es Jessie:




He intentado hacerlo lo más barato y fácil posible pero que tenga un resultado muy bueno, lo mejor posible, porque reconozco que me gusta disfrazarme y disfrazar y me gusta que vaya propia...que sólo se es niño una vez.

Como un pelo largo y abundante no es lo que tenemos por aquí, he cogido una peluca pelirroja ( PVP 2,95 €) a la que haremos una trenza, y luego he cogido un gorro rojo (PVP 3 €) más de montería que de vaquera, al que coser alrededor una lana blanca.

Para la camisa hemos cogido una camiseta , lo más barata posible ( PVP 3-6 €) a la que le hemos pegado fieltro amarillo comprado en tienda de tela (2 €) y le hemos dibujado unos botones con un rotulador especial que ya tenía.
Los pantalones los hemos comprado en las rebajas y les hemos cosido tela de vaca de tal forma que luego se pueda quitar y aprovechar. La tela es como de pelo ( PVP 3 €).

Como veis, en total, unos 15 €, es decir, más o menos el precio de un disfraz normal pero alejado de los casi 30 euros que cuesta el que he visto.

Para la camiseta:

Se puede hacer la forma en la que vamos a recortar el fieltro en un papel de coser y usarlo del patrón para cortar el fieltro. Lo más práctico es usar a su vez la camiseta o camisa que vais a recortar sobre el papel, aunque yo lo hice directamente pues el fieltro es muy manejable.


Una vez recortado tanto el pecho como los puños de las mangas, hacemos el dibujo a lápiz y lo "bordamos" con hilo, como una costura. Para mi lo mas sencillo y rápido es hacerlo a mano.



Luego lo cosemos a la camiseta, mejor hacerlo sólo por hombro, cuello y sisa y dejar la linea del pecho sin coser, porque el fieltro es muy diferente a la tela de camiseta y puede quedar con picos.



Para terminar la camiseta yo dibujé unos botones con un rotulador de tela especial aunque también se puede pegar un poco de fieltro gris o incluso poner un botón auténtico.



Aunque se puede poner un poco de cuello de fieltro blanco, por ejemplo, yo con esto dí por concluida la camiseta.

Para el pantalón:

Con un pantalón vaquero (mejor de campana, que como se vuelven a llevar es fácil encontrarlos) tomé la medida para cortar la parte de delante de los pantalones.
Si dobláis abajo la tela, de tal forma que arriba veáis el dibujo y abajo también, y lo fijáis bien con alfileres, al dibujar el patrón y cortar la medida os quedarán las dos piernas idénticas. Usad buenas tijeras y cortad despacio para que quede perfecto.





Con las partes cortadas simplemente cosed a mano con blanco con puntadas largas y firmes (mejor en la zona de costura si queréis luego usar el pantalón de forma normal).




Con esto el pantalón estaría terminado. ¿ Fácil verdad?

El detalle final es ponerle un lazo amarillo ( un trozo de fieltro anudado) a la trenza y el disfraz estará terminado.




No creo que en total me haya llevado más de dos horas hacerlo.

 ¿Qué os parece? 

20 agosto 2014

Libro de la semana: Juan y Tolola: Cuida tu planeta.





Hace mucho que no os hablo de ningún libro infántil porque estamos enfrascadas en los que tenemos, pero hoy, recogiendo, recordé que no os había hablado de "cuida tu planeta" así que, en medio de mi aburrimiento "sin BB" voy a contaros.

"Juan y Tolola; Cuida tu planeta" es un libro de la famosa serie de libros "Juan Y Tolola" hecha dibujos animados (¿o fué al contrario? ) y muñecos, de la autora Lauren Child, creadora de varias series de cuentos de estética similar.
Me gustan estos dibujos, tienen un punto artistico que me parece encantador, me engancha,  pero además son libros bastante sanos y sencillos en general, donde se respira amor y respeto, fáciles de leer y de seguir y que a Amanda, como prelectora, le gustan.

Este en concreto fue regalo de cumpleaños, porque tenía ganas de hablarle de que vaya entendiendo en que consiste ahorrar recursos, reciclar, reutilizar...y cualquier cosa apoyada por un buen libro se hace más sencilla.




Recomendable para primeros lectores y también para primeros recicladores, porque expone claramente orque es importante reciclar y que se puede hacer, y despierta la curiosidad de los niños acerca de la fabricación de cosas y el reciclaje.
Tiene letras grandes y frases cortas, y mezcla las ilustraciones y algunos collage con imágenes reales, algo que, biem hecho como es el caso, me encanta.




Además, al principio y al final, da recomendaciones para cuidar el planeta que pueden ayudaros en esas guerras de grifos abiertos, luces encendidas, papeles por todas partes...

¿Conocéis algún otro libro de este tipo para niños?







04 febrero 2014

¿Cómo hacer jabón casero?





Lo de hacer jabón casero es casi una tradición familiar de esas que van de generación en generación, eso sí, en esta hemos evolucionado un poco y lo hemos adaptado para su uso en lavadora, haciendo jabón líquido.





Sé que hay muchas recetas de este jabón en polvo pero yo no las he probado porque suelo usarlo líquido, porque me parece un rollo tener que rallarlo y porque se supone que en líquido directamente en la cubeta se aprovecha más el detergente que añadido en el cajón, así que no pudo hablar de ese estado.





Primero daré unas nociones básicas acerca del jabón y sus ingredientes.

Hacer jabón no es más que un proceso químico llamado saponificación donde un hidróxido (sustancia que tiene en su composición un grupo OH, lo que la da un carácter básico) como la sosa caústica (NaOH) reacciona con un ácido graso (una sustancia grasa como aceite o manteca, cuya composición es una cadena carbonatada) para dar lugar a un compuesto sólido, que pasa a ser soluble en agua (al contrario de lo que ocurre con cualquier ácido graso, no solubles en agua en base al principio de "semejante disuelve a semejante").
Este proceso, con las precauciones básicas adecuadas, tanto en cuanto trabajamos con Sosa (un compuesto extremadamente básico que, al igual que cualquier sustancia que se aleja del pH neutro, puede "quemar" la piel), es bastante simple, seguro y sencillo, y cualquiera puede hacerlo en casa.

¿Que necesitamos?

2 litros de aceite
1 litro de suavizante
2 litros de detergente líquido
1/2 kg de Sosa







Deshacer sosa, siempre usando guantes, en 2 o 3 l de agua, removiendo con una cuchara o palo de madera.  Añadir 1 l de detergente, el suavizante y el aceite y completar hasta 12 l con agua.
Remover bien y dejar reposar pero removiendo varias veces al día.

Al día siguiente añadir el resto del detergente (hasta los 2 litros) y más agua; remover e ir añadiendo agua hasta que quede la textura deseada. Pueden ser incluso más de 25 litros.

Idealmente usaremos aceite usado, sí, usado, del que normalmente tiramos en nuestro punto limpio; este aceite, filtrado varias veces antes de su uso (hasta que no tenga impurezas), nos servirá fantásticamente para hacer el jabón aunque os parezca que es un aceite con olor "a sucio", lo importante es que no tenga grumos ni restos de comida porque el olor desaparecerá tras el proceso. Se puede hacer, por supuesto, con aceite limpio, pero se pierde el concepto de reutilizar y, sinceramente, creedme, para lavadora no es necesario.

El detergente y el suavizante recomiendo que sean buenos, de calidad; merece la pena porque vamos a obtener mucha cantidad y cuanto mejores sean los productos mejor será el resultado y el olor del jabón.

El otro día en la puerta del cole me comentaron una alternativa, sustituyendo el suavizante por un activador de lavado (para ropa de color, no blanqueante) y me pareció una buena idea para los que no usáis suavizante, pero yo no he probado aunque quizá la próxima vez lo haga así. 
Yo, aún añadiendo suavizante a la preparación, suelo añadir en cada lavado, porque me gusta que huela mucho la ropa a limpio, pero esto ya son manían particulares. 
Generalmente uso un suavizante concentrado de la linea de limpiadores ecológicos de Alcampo, en la cual hay varios productos con muy buena relación calidad-precio. 

No os olvidéis de haceros también con; un cubo o barreño muy grande, con capacidad para más de 25 litros, un cubo mediano para disolver la sosa, unos guantes y un palo para remover.
Además, guardad todos los recipientes de jabón de lavadora, suavizante... que podáis para rellenarlos y almacenarlos comodamente. 






Algunas observaciones:

- Con el tiempo puede ir espesándose con lo que añadiríais agua directamente al recipiente y listo, como   si fuera un concentrado, cerrar el tapón y agitarlo bien. 
- Si notáis que pierde olor haced como yo, usar suavizante en los lavados. Tranquilas que que pierda olor no significa que huela a grasa. Si huele a grasa hay algo mal.
- Si durante la mezcla veis que quedan dos fases separadas (una más líquida abajo y otra arriba) lo más probable es que falte aceite, con lo que podéis añadir más poco a poco hasta que quede una mezcla homogénea. 
- Según el color del detergente y suavizante, así os quedará la mezcla final. Yo he usado ambos de color blanco y mi resultado es tal cual, blanco. 
- Si dudáis sobre que cantidad usar, ir realizando pruebas; yo suelo usar un poco más del que uso con el comprado, aunque lo hago a ojo, según colada, manchas...
- Podéis usarlo para lavado a mano, para remojo de prendas muy sucias...y por supuesto se puede añadir blanqueantes activos como con cualquier jabón.




















08 julio 2013

Pañales de tela, ¿porque no?



¿Conocéis los pañales de tela?
No, no aquellos que usaban nuestras madres y abuelas, sino los de ahora, que son fantásticos por dentro y por fuera. No voy a profundizar en el tema ecológico ni de ahorro, porque creo que es algo que casi todos conocemos, sólo dos apuntes;
- Los pañales desechables tradicionales no se reciclan, ni reutilizan ni mucho menos son biodegradables. Durante el primer año de vida tiraremos una media de 2300-2700 pañales sucios.
- La inversión en pañales para el primer y segundo año se amortiza, en comparación con los pañales tradicionales desechables, contando el coste de lavado, los primeros 4 meses (de cada año).

Yo los descubrí tarde, cuando Amanda contaba ya un año y medio, lo que me ha dado muy poco tiempo real de uso dado que cuando la temperatura era muy fría no me gustaba usarlos (pues permanecen más húmedos que los desechables, no cabe duda).
Aunque existen multitud de marcas y modelos fantásticos, de los que pueden asesorar en las tiendas especializadas, yo hice una primera tentativa con unos que no me gustaron mucho, porque al final todo el pañal se terminaba mojando, eso si, su estética es genial como veis.




Seguí buscando y al final opté por G-Deapers (gracias a la sabia recomendación Irene que casi se hizo un Master) y me han encantado.


Estos pañales se componen de tres partes; el pañal en sí, que es lo que veis en la foto 1, la "funda" de plástico que puede quitarse y ponerse (y de la que pueden comprarse recambios sueltos) en la foto 2, y la parte absorbente, de la que igualmente hay que comprar muchos, en la foto 3. Por último los veis montados, tal y como se usarían.



La parte exterior es genial porque tiene el velcro hacia atrás, lo que hace que no puedan quitárselo ni que quede toda la parte más abultada en la parte delantera. Además la tela es muy fina, transpira y se seca rápidamente.
La parte intermedia es plástico y va sujeto a la otra por corchetes pequeños, por lo que no se moja, mantiene seco el exterior y puede retirarse y enjuagarse y volver a usarse. De su correcta colocación dependerá que se manche o humedezca todo el pañal.
La ultima parte, el forro, es una especie de esponja con forma de compresa grande, recubierta con microfibra, un tejido que se mantiene bastante impermeable y que es suave, al estar en contacto con las zonas íntimas.
De esta pieza es de la que más cantidad debemos tener, aunque son bastante baratas, pero con balletas de microfibra que suelen vender en packs podemos incluso hacerlas nosotros mismos.
Por último, de forma opcional, se pueden comprar unos forros desechables, que venden en diversos formatos (yo compré por los que vienen en rollo) y que pueden ayudar mucho a limpiar las cacas al poder tirarse a la basura con ellas, aunque también permiten, si este no es el caso, incluso algún lavado.
Lo ideal es tener suficientes como para hacer uno o dos lavados de todo por semana; para evitar olores lo ideal es meter las partes sucias (y mal olientes) en un cubo con agua y esencia de algún aroma que bloquee un poco los que emiten los pañales, así evitaremos gastar en agua y energía lo que ahorramos en pañales. También se pueden lavar a mano según se usan pero a mí me parece un rollazo, honestamente. De todos modos, en cualquier blog especializado, tienda on line...encontraréis trucos, jabones especiales para lavarlos...pues es importante que no les irriten.


El principal inconveniente, a parte de tener que lavarlos, es que debemos cambiarlos mucho más a menudo que los habituales desechables, pues se mantienen, como es lógico, más húmedos, y pueden irritarles más. Otros inconvenientes:
- Debemos colocarlos con cuidado para asegurarnos que no habrá fugas. Con esta precaución el riesgo de fuga es similar al de cualquier marca.
- Requieren una inversión inicial cuantiosa para poder usarlos de forma cómoda, pues hay que comprar bastantes.
- Debemos cuidar mucho más si cabe la higiene del bebe en esa zona.
- Abultan más en el culete.
- Es más complicado cambiarlos fuera de casa porque tenemos que cargar con el sucio.

Entre las ventajas, la principal es el respeto al medio ambiente y al planeta en el que tendrán que vivir nuestros hijos, nietos.... Pero hay otras:
- La segunda es la económica, pues el ahorro es importante. Hay muchas páginas que cuantifican estos ahorros.
- Los hay con diseños y colores fantásticos, pudiendo usarse como culottes en verano (que que también es ahorro y comodidad).
- Los niños aprenden antes a controlar esfínteres y de modo más natural pues son más conscientes de sus deposiciones al mantenerse más húmedos.
-Al estar hechos de materiales más naturales y transpirables, suelen ser menos propensos a causar alergias.
-Es una buena forma de empezar a inculcar a nuestros hijos la necesidad de reciclar, reutilizar y respetar el medio ambiente.




Sin duda fue una buena idea y si alguna vez, dentro de mucho mucho tiempo, tengo otro hijo, los usaré de nuevo mucho antes...eso sí, los primeros días o semanas desde el nacimiento, desechables, que ya hay mucho caos esos días.

02 junio 2013

Encuadernación japonesa




Cuando ya había perdido la fe en lo sorteos vía facebook me toca un Taller de Encuadernación japonesa! Viva!
El taller ha sido en Gatuna Espacio creativo y, una vez más, he salido encantada y con un cuadernito terminado, ¿que más se puede pedir?

Aquí os dejo mi trabajo terminado; yo elegí tela para forrar las tapas por fuera, porque me encantan los tejidos, y papel reciclado de color para el interior de las tapas. Y lo cosí con cuerda negra...y me encanta!

Tengo en mente un libro en el que este encuadernado me vendrá genial. Cuando practique un poco me aventuraré a dar unas pequeñas nociones, aunque lo mejor es ir a un taller o curso como el que yo he hecho.


06 abril 2013

Juguetes de cartón, haciendo una cuna





Una caja en casa siempre supone diversión para un niño, lo.que demuestra que no nacemos consumistas, nos volvemos así con el tiempo.
Después de jugar un rato con la caja nos pusimos a pensar como reutilizarla y decidí hacer una cunita para muñecos, ya que no me gusta comprar ese tipo de juguetes; suelen ser caros, enormes y tienen un uso tan limitado.

Lo primero cortar la caja de tal forma que podamos hacer un balancin por abajo y darle cierta forma por arriba, de tal modo que la parte que he quitado arriba la uno abajo con cinta de embalar por ejemplo, como se ve en la foto.



Una vez bien fijada con la forma que queremos la pintamos, yo usé spray, el típico de grafitero, porque era lo más cómodo, pero recordad que debe hacerse en un sitio bien ventilado. Lo ideal es darle dos capas si se quiere un acabado impecable, pero como yo no lo necesitaba, ya que sólo quería que no se viera el dibujo de la caja, le di una capa. Me gusta que se vea de donde ha salido y que mi hija asuma como natural el reutilizar las cosas.


Con un trozo de tela y fieltro vestimos la cuna y ya pueden descansar Jessie y Perdigon, ¡que estaban deseando estrenarla!