24 julio 2019

La Comida real, ¿es una moda?



Las redes se están llenando de Comida Real o Real food, que es una "corriente" que apuesta por abandonar totalmente los ultraprocesados y comer sólo alimentos que ellos denominan "reales" y que son, en general, alimentos sencillos y básicos de los que podrían comer nuestros abuelos y bisabuelos en los pueblos, pero con algunas salvedades. 
Por ejemplo, los cereales, pastas, arroces...se consumen de grano completo o integrales, nunca de harina refinadas. 


Con los panes, exactamente igual, y a este respecto voy a hacer un inciso; ahora mismo tengo en casa tres tipos de pan que se etiquetan como "integral" o de "grano completo", pero sin embargo sólo uno de ellos no contiene entre sus ingredientes harina de trigo (refinada). Exactamente, habéis pensado bien, es el que ha recurrido al 100% integral, pero, ¿qué pasa con los otros dos?. Al ser la harina de trigo integral el principal ingrediente, se etiquetan como tales, pero no lo podríamos considerar integral al no tener sólo este tipo de harina. 


Así que, de entre estos tres, sólo el primero podrían llegar a considerarse "comida real", y digo podría porque al ser un pan procesado lo más probable es que la mayoría de los puristas lo desecharan, de hecho incumpliría hasta mi propia regla extraída del libro de Michael Pollan del que os hablé aquí, de no consumir productos con más de 5 ingredientes...Este es una excepción, que le vamos a hacer. 
Pero el tema de los panes no acaba aquí, porque existen panes etiquetados como integrales o con fibra o nombres similares que en realidad lo que tienen es harina refinada y salvado, que en teoría sería lo mismo (el interior del grano de trigo la harina y el exterior el salvado) pero no es así al haber pasado el germen por el proceso de refinado. Este pan directamente es una estafa, y si, yo tampoco entiendo porque lo separan, lo refinan y lo vuelven a mezclar pues a priori sería un proceso más caro (pero lo voy a averiguar). 

Después del rollo el pan volvamos a la comida real. 
Las legumbres, frutas y verduras frescas, huevos ecológicos o al menos de gallinas criadas en suelo, carnes no procesadas, pescados, frutos secos tostados o crudos, lácteos de calidad y todo lo que denominaríamos comida sana y que debería ser comida normal. 

Nada de azúcares de ningún tipo y mucho menos de edulcorantes. 
Nada de zumos procesados ni licuados en casa desechando la pulpa.
Nada de refrescos ni bebidas alcohólicas.
Nada de galletas.
Nada de aperitivos fritos. 
Nada de fritos, ni siquiera "caseros"
Nada de cereales procesados. 

Ojo, los cereales son otro de esos productos  que si nos descuidamos están llenos de harinas refinadas, grasas, azúcares, colorantes...Así que solo serían "aptos" de nuevo, los de gran completo sin azúcares y la mejor elección siempre, los copos de avena. 
Los cereales para niños y las barritas de cereales son de los peores cosas que se intentan llamar alimentos así que cuidado; da igual que sean bio o eco, da igual que digan que tiene fibra...Leed los ingredientes y recordad que el primero es del que tiene más cantidad así que, cuando el primero sea azúcar, dejad directamente el paquete; y cuando el segundo sea azúcar ( o jarabe de glucosa, o jarabe de maíz), dejad directamente el paquete; y me atrevería a decir que si el tercero es azúcar; dejad el paquete porque además tenéis que recordar que los cereales de por si ya nos van a aportar azúcar al cuerpo. 

Hay gente que comenta que este cambio de vida (porque esto debe ser un cambio de vida, no una dieta temporal) ha supuesto perder hasta 15 kilos en menos de un año, y yo me pregunto ¿qué comería antes esa gente? 

Nosotros hemos incorporado alguna cosa interesante de esta corriente, sin radicalismos, pero no hemos notado muchos cambio porque nuestra despensa ya hace mucho que está compuesta, en su mayor parte, por comida de verdad, aunque alguno por aquí sigue sin renunciar al Nesquik. 

Lo más práctico para empezar el cambio es:
- En primer lugar no comprar (y en segundo deshacerse) de todo aquello que no sea adecuado. Si es malo y ya has decidido que es malo, no te lo acabes "por no tirarlo", pero tampoco lo guardes "por si acaso", porque ya has decidido que es malo y sabes que no lo volverás a comer. Se estricto con esta regla, no tengas galletas, patatas, ganchillos o pizzas "por si acaso"; si haces una fiesta y quieres ofrecer eso, ya lo comprarás para ese día. Si vienen invitados de sorpresa se te ocurrirán cosas sanas que ofrecerles; si no les gusta, tendrán que cenar en su casa, no pasa nada. Piensa que después de este cambio te irás muchos días sin probar bocado a la tuya porque nadie te ofrecerá cosas incluidas en tu forma de vida. 
- Aprovecha los fines de semana (o día libres) para cocinar para el resto de la semana; la pasta, el arroz, el trigo sarraceno o la quinoa cocinados y envasados en un recipiente hermético aguantan casi una semana en el frigorífico. Si tienes cosas a las que añadir una guarnición o una salsa, calentar y listo, siempre comerás bien, llegues a la hora llegues.
- Con los vegetales ocurre parecido: yo aprovecho para hacer sofrito de cebolla, pimiento y calabacín y dejar una parte guardada y otra congelada (como las bolsas de verduras congeladas). También hago setas rehogadas, calabacín a la plancha...y lo guardo para ir tirando de ello el resto de la semana. 
Idem con la carne o el pollo. Y por supuesto, recurro a algún precocinado de verduras congelado que sea verduras sin más. 
- Las legumbres también son socorridas, sirven para dos días y en la olla lenta se pueden dejar para que estén hechas al llegar.
- Para desayunar podéis alternar tostadas, gachas de avena y tortas de avena. Podéis hacer tortillas de avena para toda la semana y dejarlas envasadas en el frigorífico; tanto cocinadas como la masa lista para cocinar son opciones geniales para los niños. 
- De aperitivo recurrid a encurtidos de calidad o frutos secos tostados o crudos, mejillones, berberechos, aguacate, guacamoles...


Aunque en teoría comer así debería ser más barato, yo creo que no lo es en absoluto.

Como os decía antes, inexplicablemente todo lo integral es más caro, los productos frescos son más caros y los cereales sin azúcares... son más caros. El AOVE es el más caro, los lácteos o huevos de calidad, la carne no procesada, los frutos secos sin sal, sin azúcar, sin freír...todo lo simple parece que es más caro. 
Comerse una pizza congelada y unas natillas son unos 2-3,5 €, mientras que comerse una ensalada de lechuga, tomate y aguacate y una rodaja de salmón (por ejemplo), con una manzana Pink Lady (sin ceras), todo productos de consumo, nada de ecológicos, serán unos 5-6  €. Si cambiamos el salmón por un filete de carne con DO certificada (por ejemplo de la Sierra de Guadarrama, que me pilla cerca) serán uno 4 € y si es un huevo lo que tomamos nos quedaríamos en unos 2 €. 

Si aprovechamos las ofertas, congelamos los productos frescos cuando veamos que se nos van a pasar (porque esos en familias pequeñas también es un problema), hacemos consumo de proximidad, elegimos ecológico solo lo que merezca la pena, podemos no ir controlando el gastos para el cambio no suponga un cambio grave en nuestro bolsillo, pero lo más importante yo creo que es, como siempre, usar el sentido común. 

Otra cosa a tener en cuenta es el contra ataque de las empresas; la carne tiene antibióticos, los huevos y la leche hormonas, las frutas y verduras plaguicidas y pesticidas, el agua tiene cloro y otros químicos, algunos aceites de oliva virgen no son tan virgen como deberían....Sin embargo, nadie habla de lo que tienen ¿las galletas?¿las patatas fritas?¿los yogures?¿los refrescos?¿la margarina?. Se que es absurdo pero a veces los pensamientos más simples son a la vez los más complicados porque nunca nos paramos a pensar en ello.

Y tú, ¿te pasas la comida de verdad?


*Imágenes obtenidas en Pixbay.









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