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12 octubre 2015

Dos embarazos, dos partos, dos bebés (parte II): El Parto


Y como no podía ser de otra manera o quizá si   dos embarazos distintos acabaron en dos partos muy diferentes.
El parto de Amanda empezó la madrugada de un viernes; sobre las 4 de la madrugada empecé a expulsar el tapón y como tenía dudas de que fuera eso me fui a urgencias, si bien estaba sin contracciones ya que echar el tapón mucoso no implica estar de parto. Allí empezaron levemente las contracciones pero me mandaron a casa.
Y en casa las contracciones continuaron, aumentando poco a poco hasta que el domingo a las 10:00 eran cada 5 minutos y nos pusimos de nuevo en marcha. Durante el trayecto se espaciaron de nuevo, algo que suele pasar, y al llegar allí casi ni se marcaban en el monitor a pesar de ser ya dolorosas. Decididos a mandarme a casa me exploraron y al ver que estaba de 3cm me dejaron así que sobre las 12:00 me subieron a una habitación.
A las 14:00 pedía la epidural, aunque mi intención no era esa mi mente no estaba preparada para ese dolor que visto lo visto hoy no era nada y al estar de 5 cm me llevaron al paritario sobre las 15:00h. A las 16:00 nacía Amanda de un único empujón y cambiaba nuestra vida para siempre. Tardamos minutos en conocernos, en enamorarnos, minutos que parecieron horas pero finalmente nos agarramos para siempre.
La Madonna del parto


Como el parto dejó sabor agridulce como ya sabéis, quería que este fuera diferente y finalmente, sin que yo lo planeara lo fue, porque a veces por mucho que uno quiera, la vida tiene otros planes.
El 17, de nuevo de madrugada, a la 1:00, me desperté pensando que me hacía pipí pero al llegar al baño el líquido amniótico empezó a escurrir por mis piernas al más puro estilo Hollywood...había roto aguas pero no tenía contracciones. Comprobé que eran aguas claras, me duche, dejamos a Amanda con la abuela y nos fuimos al hospital. Ingresamos a las 2. Todo estaba bien y las contracciones empezaban lentamente pero con la bolsa rota te dejan allí.
Las contracciones siguieron aumentando y eran bastante dolorosas pero no muy efectivas; después de dilatar toda la noche y parte de la mañana, a las 14:30 me llevaron a paritorio para inducir el parto porque habían pasado más de 12 horas y aunque estaba de 4cm no era suficiente. Ya no podía usar la bañera de dilatación porque la inducción obliga a monitorización constante y sospechaba que tendría que pedir la epidural cuando me pusieran la oxitocina aunque decidí esperar para poder moverme.  Con oxitocina y la bolsa rota el dolor me partía en dos y hasta me temblaban las piernas así que a la hora la pedí, pero aun tardarían en ponérmela. Emplee todo lo aprendido en mi preparación y me ayudó a controlar algo más el dolor, pero no podía aguantarlo.
Cuando terminaron de ponerla, casi de forma inmediata empecé a notar la presión que ejerce la cabeza y al mirarme estaba ya completa y se veía la cabeza, aunque aun tenía que bajar más, y gracias a que en un lado no me hizo efecto seguía notando las contracciones lo que me permitió seguir sintiéndome dentro de mi parto.
Emma necesitó muchos pujos, pero sabía lo que hacer y eran efectivos y gracias al espejo que me pusieron en los pies podía ir viendo como se acercaba y eso me animaba. Cuando ya hubo sacado los hombros la matrona me animó a cogerla yo así que saqué el resto del cuerpo y me la puse encima, y no podéis imaginar la indescriptible sensación, maravillosa, de ser la primera persona en coger a tu bebe, de descubrir que tienes otra niña y de sentirla encima mirando sin mirar con esos ojos inocentes.

Paula Modersohn-Becker. 1905.
Al final ninguno de los dos partos fue como esperaba, pero he conseguido quedarme con lo maravilloso de ambos.

Imágenes:
Tomadas de internet. Ver autores o nombre en cada imagen.

06 octubre 2015

Dos embarazos, dos partos, dos bebés (parte I)


http://kidsactivitiesblog.com/66347/adorable-maternity-photos
EMBARAZOS...

Uno de los tópicos que te dice la gente es que cada embarazo es un diferente pero hasta que no te pasa no te das cuenta de cuan diferentes pueden ser, como ha sido mi caso. 

Con Amanda estuve mal durante un par de semanas y el resto del embarazo casi ni me enteré. Paseé mucho, apenas tuve nauseas, ni un vómito y nada de ciática ni ardores.
No me encontraba pesada ni cansada y como no llegué a las 40 semanas no se hizo de rogar y no llegué al momento de pedir "la hora" como den el fútbol.
Con Emma en cambio he tenido nauseas más de tres meses y mal cuerpo general todo el embarazo, de hecho me decían que sería niño por ser tan diferente. He tenido insomnio, me han tenido que hacer la curva larga del azúcar (que por suerte dio negativo), y me he sentido muy pesada desde la semana 36, además de tener ciática, pesadez y calambres en las ingles.
Los dolores de estiramiento del útero me han acompañado también hasta el final,  por lo que por desgracia lo he disfrutado menos aunque se ha movido mucho más que Amanda (es más grande) y eso si que me ha encantado, tumbarme y disfrutar viendo y sintiendo como la barriga hacia olas.
Emma tampoco se ha hecho mucho de rogar, 3 días después de la semana 40 la teníamos aquí.

A veces cuando buscamos el embarazo nos obsesionamos con los síntomas antes de saber si es positivo o no, pero en mi caso, en ambos, ha sido la ausencia de síntomas lo que me dijo que estaba embarazada sin hacerme test, porque una conoce su cuerpo y sabe como se encuentra en el momento premenstrual y cuando nada de lo que es habitual aparece es porque hay algo diferente.

Al final cada embarazo es un mundo, cierto, y cualquier cosa que pase o que no pase lo hacen diferente... ¡o puede que no!
Y como de diferentes embarazos vienen diferentes partos...que me guardo para otro post porque me reclaman.

¿Me cuentas como han sido tus embarazos?¿Sabías que lo estabas antes?

05 septiembre 2015

Mi preparación al parto en Clínica Nortia... ahora sí.


Pensaba dejar esta entrada para después del parto pero me ha gustado tanto que quiero contarlo ya para que no se me pase nada. ¡A la tercera va la vencida!


Después de publicar la entrada sobre la preparación que estaba haciendo me contactó Marta, una de las propietarias de la Clínica Nortia, en Fuenlabrada, para ofrecerme su preparación al parto. Ya conocía a Marta del taller de suelo pélvico del que os hablé en esta entrada,  y aunque sabía que me gustaría no imaginaba que saldría tan contenta y tan segura.



Marta es fisioterapeuta y está especializada en obstetricia, aquí podéis ver todo lo que abarca su formación y que la lleva a tener amplios conocimientos del tema y a hablarnos de la evolución en la reproducción, de la fisiología del cuerpo humano y de nuestra capacidad para parir con rigor y claridad.
Su preparación al parto es una preparación al parto fisiológico, y su objetivo a grandes rasgos es dar seguridad para el parto y facilitar las herramientas adecuadas para que dicho parto transcurra como los futuros padres deseen* y hayan planeado. Se apuesta por un parto lo más natural posible, dejando que la madre sea la que se deje llevar por las sensaciones y necesidades de cada momento, y que sea el padre el que vaya atendiendo sus necesidades, velando por que se cumplan sus deseos e informando al personal sanitario de cuanto necesiten, de tan forma que la madre pueda continuar "metida" y concentrada en el parto. 
Esto no significa que si una pareja opta por la epidural, no le sirva esta preparación al parto ya que hablamos de ambas posibilidades porque llegado el momento uno tampoco sabe si sus propios deseos u otras circunstancias (como una inducción, una parto muy muy largo...) pueden llevar a elegir esta opción. 

El curso en si es un intensivo que se divide, normalmente, en tres sesiones, dos preparto y una post parto.
Habitualmente hace las clases individuales ( para parejas), lo que acerca la información, da pié a preguntar y preguntar y permite adaptarse un poco a las condiciones y necesidades de la pareja.
La parte teórica, a pesar de ser larga, de hizo muy amena porque ¿os podéis creer que me dijo muchas cosas que en las otras preparaciones ni mencionaron? Me gustó especialmente como me explicó y mostró el funcionamiento de la pelvis durante el embarazo y también durante el parto, así como las técnicas para que esta se mueva favoreciendo bien la dilatación o bien el expulsivo. 

Además me recordó cosas que sabía pero que no relacionaba con el parto, enfocando todo ello  a reforzar la confianza en nuestra capacidad para parir y a eliminar o reducir el miedo al dolor y al parto que a todas en algún momento nos aborda.



Después de toda esta parte teórica llega la "practica " en la que durante casi dos horas estuvimos practicado. Primero posturas de dilatación, dónde como con todo, los ideal es practicar y que ella enseñe a la persona que acompañará a la mamá en el parto, como puede ayudarla en cada postura, bien mediante masajes, estiramientos... de tal forma que por una parte al hacerlo ella la madre nota la intensidad con la que debe dirigir a su pareja, y por otra la pareja ve como lo hace, lo repite a  continuación y puede ser corregido o ayudado para que también adquiera esa confianza necesaria en ese momento y sepa que no va a ser un mero espectador. 


Me ha gustado especialmente su idea de hacernos fotos con estas posturas para podamos recordarlas llegado el momento, y nos hemos sentido tan cómodos que en ningún momento hemos pensado en lo cómicas que son algunas fotos sino que nos hemos dejado llevar por el momento. 

Después practicamos los diferentes tipos de pujos, de igual manera que las posturas de dilatación, y reforzamos el tema de las respiraciones, tanto las adecuadas para dilatación y expulsivo como aquella en la que debemos controlar las ganas de empujar si aun no es el momento. 

Salí agotada, segura de mi misma y feliz de saber mucho más y poder enfrentarme al parto de una manera tan diferente al primero, con tantas herramientas y tanta confianza. 


Otra de las cosas que incluye, si la pareja lo desea, es el enseñar como se hace un masaje perineal de forma práctica y la valoración del estado actual del suelo pélvico, algo que también los hace fuera de esta preparación en otras sesiones especiales.
Cada vez somos más conocedoras de nuestro cuerpo y somos más conscientes de la necesidad de mantener nuestro suelo pélvico fuerte y "en su sitio", tanto antes del parto como después, por es ose importante conocer su estado y poder remediarlo de forma eficaz. Pero además, nos muestra como reforzarlo para el parto y cuidarlo durante este. 

Por último por supuesto hablar de la lactancia materna de forma teórica y practicando posturas que nos ayuden a dar de mamar, manteniendo además buenas posturas para nuestra espalda que recordemos es una gran castigada durante el embarazo.

Como ya os he dicho, hemos salido muy contentos porque creo esta si es una preparación al parto de verdad así que si buscáis una preparación al parto en Madrid os recomiendo contactar con la clínica y que ellas os expliquen en que consiste, porque desde luego no os defraudará.
También os informarán del precio sin compromiso aunque tienen concierto con algunos seguros privados, así que no dudéis en contactar.

Aparte de esto, podéis acudir a sus talleres de primeros auxilios, porteo, suelo pélvico...
o gimnasia hipopresiva. Yo a este último me apunto seguro después del parto.





*Hablamos siempre a lo largo de la entrada de un parto normal a término sin complicaciones que impidan un parto vaginal como una placenta previa, sufrimiento fetal...

Imágenes sin marca sacadas de la web de Clínica Nortia.

13 abril 2015

+...16 semanas




Si, si alguno no lo sabía es lo que creéis...En septiembre vamos a ser uno más en esta casa.

Hace 10 semanas, algo más de dos meses, miraba incrédula el test porque no podía creerme que fuera positivo y a la vez ya sabía que lo era sin necesidad de hacérmelo. Efectivamente los sueños de muchos terminan así, con un positivo, los de otros, los nuestros, continúan.





Y es que, aunque no haya sido buscado las cosas a veces llegan cuando tienen que llegar y hacen aun más fuerte el contraste de tristeza y alegría.

Después de esas primeras dos semanas asintomáticas la cosa cambió radicalmente y he pasado las 14 semanas restantes viviendo en un estado de resaca continúa, que no veo llegue a su fin. Y no nos engañemos, las resacas como las fiestas ya no son como a los veintitantos.

Ya he visto al bichito 3 veces, la primera era demasiado pronto, la segundo oímos ese latido mágico y la tercera ya pudimos ver esa mini personita que por el momento esta sana y crece bien, que es lo único importante ahora.




No sabemos si es niño o niña, y hemos decidido que si es posible ( y los planetas lo permiten) vamos a esperar al parto para llevarnos esa sorpresa y es que el segundo embarazo aunque diferente, no es tan emocionante como el primero. Una ya no cuenta las semanas y los días, ya no está pendiente de cada síntoma y ya no devora libros de maternidad mientras se acaricia la barriga así que la emoción de que en el parto te digan que es, o lo veas tu, debe ser indescriptible.
Pero esto hay que avisarlo constantemente porque no es la norma, y hasta el otro día la maestra de Reiki me dijo lo que era, pensando que me haría ilusión saberlo ya,  antes de que me diera tiempo a decirle que NO lo queremos saber.  Bueno, dio su percepción pero puede no ser correcta así que hemos reseteado para esperar a ese momento.

Los síntomas van pasando un poquito, casi nada, no os engaño, y la barriga empieza a crecer más rápido de lo que lo hizo con Bb, pero el tiempo a veces parece detenido y aunque estoy disfrutando porque es más que probable que sea mi último embarazo, se me están pasando las semanas taaaannn despacio.
El otro síntoma es el de los sueños, porque no paro de soñar un millón de cosas por noche, algunas incluso llevarían 2 y 3 rombos, y es algo curioso a la par que agotador porque me deja tener una noche plácida y tranquila.

Emocionalmente estoy viviendo es un embarazo, en contraste, mucho más consciente, y estoy tomando las riendas de él. He decidido informarme bien de los hospitales, visitarlos, buscar un centro para hacer yoga o pilates y acudir a una preparación al parto natural. He decidido que este embarazo y sobretodo este parto será de verdad como yo quiera que sea.
Exactamente, puede ser que me tengan que hacer una cesárea, pero si la hacen, quiero ver a mi hijo después y no quiero que esté solo mientras yo puedo atenderle siempre que esto sea posible.
Quiero que me atiendan profesionales que sepan de lactancia materna y que me ayuden de verdad si lo necesito.

Al final, cada embarazo de verdad es diferente por muchas cosas pero sobretodo porque en el segundo somos un poquito más sabias. Ya somos madres, ya nada nos detiene.