02 abril 2015

Cualquiera podíamos haber sido ella. #stopniñofobia


Me uno a la campaña de #stopniñofobia iniciada por Orquidea Dichosa y seguida por muchas otras blogueras porque yo podía haber sido esta mujer,  de hecho muchas veces lo fui.

Dejo la foto del famoso twit aunque no voy a hablar más de la susodicha porque la percibo como una pseudo famosilla consentida e infeliz que buscaba un Twit ingenioso y pero sólo mostró su enorme torpeza social.



No pensaba escribir nada porque, muchas veces lo he dicho,  entiendo que haya gente a la que no le gusten los niños y es que a mi a veces no me gustan las personas en general y algunos espécimenes en particular, aunque reconozco que no suelen ser precisamente niños.

El famoso vagón del Ave en el que no se permiten menores de 14 años, entre otras "prohibiciones", aunque dudo que sea constitucional, tampoco me escuece especialmente, ni los restaurantes y hoteles niños-free, porque yo no quiero forzar a mi hija a ir en silencio si no le apetece, no quiero que me premien o a ella por hacerlo, no quiero tener que llevar quincemil tipos de chuches y galletas diferentes para que coma y calle. No quiero que tenga que estar sentada sin moverse, es decir,  quiero que sea una niña y la personita que es siempre. No quiero que si tiene que levantarse al baño la mire todo el mundo, incluso los que ya se han levantado 15 veces,  con cara de "ya empieza la niña a dar el viaje" o "a estos restaurantes se viene a estar tranquilo". 
Me niego a que yo y mi hija y mi familia,  nos adaptemos a un mundo hecho a medida de unos pocos en lugar de conseguir un mundo con espacio para todos.

Yo podía haber sido esa madre porque lo he sido muchas veces y sin embargo mi percepción en todos los viajes que he hecho es siempre la misma... Todos te miran, incluidos auxiliares de vuelo,  rezando para que la niña de un viaje "tranquilo",  sin embargo:

  • Resulta que la que se pasa TODO el jodido vuelo vomitando en una bolsa y tumbada en tres asientos no es una niña sino una señora que teñía canas. 
  • Resulta que al que le tienen que pedir que se siente porque se ha encendido el testigo del cinturón no es un niño es un señor con bigote que lleva media hora de pié en medio del pasillo de un vuelo de 2 horas entorpeciendo el paso al baño sin inmutarse. 
  • Resulta que al que tienen  que pedir que deje de reírse a gritos mientras pone los pies en la puerta de emergencia como unas 10 veces no es a un quinceañero con gorra sino al padre del mismo que en un vuelo transoceánico se empeñaba en despertar a todo el pasaje. 
  • Resulta que a la que tuvieron que llamar la atención al embarcar por no respetar el orden de embarque después de un retraso de 4 horas no fue a una niñita habladora sino a una abuela que pretendía pasar antes de todas las parejas con niños agotados y ya dormidos en brazos a pesar de ser un vuelo con asiento. 
  • Resulta que los que no dejan pegar ojo no son bebes a lágrima viva sino los auxiliares de Ryanair intentando venderte hasta papel higiénico.
  • Resulta que el que ha dejado el suelo de su asiento y el bolsillo del de delante lleno de todo tipo de basura no es un preadolescente sino un joven trajeado.
  • Resulta que el que va todo el viaje dando puñeteros golpes en el respaldo de mi asiento no es un niño empeñado en machacarte la espalda sino un tipo alto que piensa que su comodidad está por encima de la mía a pesar de que ni se te ha pasado por la cabeza reclinar el asiento. 
  • Resulta que los que entorpecen el embarque no son unos padres con dos niñas y sendos carros sino dos mochileros poniéndose jersey más jersey  para que su equipaje de mano tenga el tamaño de tal y no se les facture. 
  • Resulta que los que tuvieron una rabieta monumental en la cola de inmigración del aeropuerto de Toronto no fueron unos gemelos de 2 años sino una pareja de jubilados alemanes gritando que ellos eran europeos y se negaban a aguantar eso.
  • Y resulta que la que es una maleducada e incivica no es la mamá que cambia a su bebé donde puede sino la ya no tan joven moderna que nada más meterse en el tren le hace una foto a la mujer de enfrente sólo porque se le ha ocurrido ser madre y coger el mismo tren que ella,  para ponerla a parir en twitter, en lugar de tomarse unos AllBran e irse a donde la queríamos mandar todas en twitter. 




Puede que nunca hayas sido o seas esa madre o ese padre,  pero seguro que tu madre en algún momento, en algún lugar,  lo fue, y con estas actitudes a la primera que faltas al respeto es a ella.

Podría hacer un post eterno contando situaciones y seguro que tu recuerdas muchas más situaciones con adultos que con niños, ¿nos cuentas alguna?

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